El pasado lunes tuvimos la suerte/desgracia de que la entrada dedicada a las fotos de la Casa Real llegase a portada de Menéame. En pocas horas, y ya con 24.000 visitas, pasó lo que tenía que pasar: que el servidor se fue al carajo y la página quedó inaccesible durante horas. Desde aquí no me queda sino pedir disculpas por las molestias. A todos los listos que me aconsejaron contratar más potencia, también gracias por el consejo, a mí solo no se me hubiera ocurrido.  A los 30.000 visitantes que han pasado por la página estos dos días, pues que vuelvan cuando quieran, que lo dudo, pero ordenadamente y sin empujar.

El conocido como «Efecto Menéame» consiste en un pico de popularidad tan masivo que el servidor es incapaz de asumir las demandas y colapsa.  Aparte de las molestias del momento, no tiene efectos secundarios, ni buenos ni malos. El ususario medio tiene un comportamiento gregario:  llega, consume y se va, apenas deja rastro. Son como los turistas que llegan en manada a un pueblo perdido porque en las noticias de Antena 3 han dicho que al cura se le aparece la cara de Belén Esteban en las humedades del techo de la iglesia. Se quejan de que el restaurante del pueblo está lleno y en la fonda no se cabe. Critican de paso la tipògrafía de la tienda de embutidos y se van por donde han venido tras colapsar la carretera durante todo el domingo, murmurando que tampoco era para tanto. Recemos porque tarde en suceder de nuevo. Por si acaso, al Rey ni mencionarlo.