Un helicóptero en la casa del señor
Aprovechando que el maestro Rafel López-Munné estaba haciendo un reportaje para Descobrir Catalunya, y por tanto tenía la venia de las autoridades competentes para acceder a la Catedral de Tarragona, decidimos meter el Phantom y ver qué tal se comportaba
La cosa tuvo sus altibajos, nunca mejor dicho. El primer intento se saldó con un rotundo fracaso debido al extraño comportamiento errático del GPS y la avería de un motor. Todo muy sospechoso, pero poco pueden hacer los defectuosos productos chinos y las conspiraciones vaticanas frente al tremendo poder de la voluntad humana, de modo que finalmente conseguimos nuestro objetivo. Si valió la pena o no, tampoco sabría decirlo. Nos divertimos un rato, que no es poco.
Mañana, de nuevo a volar, pero esta vez con los Ecureuil de siempre. El viernes ya tuvimos un primer vuelo para irse quitando de encima el jet-lag