Un fotógrafo se sentó en una silla a meditar sobre la existencia
Cuando viene un amigo a casa, los niños lo plantan delante del abuelo y, como quien conecta un viejo gramófono que aún funciona, le piden que les hable de los Tiempos Remotos. El vejestorio no se hace de rogar, y empieza con el rollo de que era fotógrafo y se ganaba la vida haciendo fotos. Aquí los njños tienen que explicar que las fotos eran unas cosas parecidas al video, pero sin movimiento, sin interacción 360 grados, sin sonido cuadrafónico envolvente mega-surround, sin resolución 74K, sin banners ni pop ups de colores. Una cosa incomprensible, como puede verse, pero lo que más les divierte es que el abuelo insista en que la pagaban por eso. Hasta ahí llega el nivel de exotismo del personaje, lo que viene luego son anécdotas inconexas y, por lo respecta a ellos, perfectamente inverosímiles. Los jovenzuelos creen firmemente que el mundo empezó antesdeayer, justo el día de su nacimiento. Todo lo anterior no existe, no les afecta, y en cualquier caso, no les interesa demasiado, salvo para pasar un poco el rato. Un rato corto; al poco tiempo, pierden el interés. Su nivel de atención roza los 4,2 segundos y bajando, por lo que enseguida atrae su atención un nuevo video de peleas de gatitos modificados genéticamente, que se despanzurran con gran despliegue de vísceras y sangre.
El Fotógrafo jubilado no nota que su público ha desconectado. Su propia capacidad de atención es también precaria, de modo que emite un suspiro y se sienta en una silla a meditar sobre la existencia.
Los jovenes estos no tienen trabajo incluso habiendo estudiado. Es el resultado de la sociedad CocaCola (o IKEA o LIDL) en la cual todo el mundo hace lo mismo (borregos?) y no se da cuenta de que solo unos pocos se erriquecen y muchos se empobrecen. La Diversidad es vida. Lo diferente es vital. La uniformización es el cancer que nos destruye.
Ha fallado tanto la enseñanza?