Bricolaje strobist
En los tiempos que corren los que tenemos pasión por las manualidades estamos de enhorabuena. Durante años hemos vivido en una bacanal perpetua, en una orgia de gasto sin sentido. que tarde o temprano tenía que acabar. Como este blog tiene una firme vocación de serrvicio público, vamos a ver hoy una alternativa de iluminación de guerrilla barata y resultona. Los profesionales no hace falta que sigan leyendo, ya que, como todo el mundo sabe, normalmente trabajan con multitud de asistentes que se ocupan del equipo y una cohorte de becarios que atienden todas sus necesidades con prontitud y eficacia. Sin embargo, somos conscientes de que corren por ahí fotógrafos que trabajan en condiciones bastante más precarias y somos de natural humilde y generoso.
El artilugio en cuestión es un mango para poder sostener el flash con una sola mano (con la otra aguantamos la cámara, aquí hay que explicarlo todo). Como puede verse, está construido con un manillar de bicicleta retirado de circulación y una rótula de los chinos que se rompió, como suelen hacer estas cosas. Para conseguir el manillar podemos arrancarlo de la bici que no usamos desde hace años o robarlo directamente. Esto último está feo y es ilegal, pero allá cada cual con su conciencia.
El tornillo de la rótula va perfecto para fijar el Pocket Wizard. Una vez acoplado el paraguas queda una cosa bastante manejable:
Este sistema abulta poco y puede usarse en cualquier circunstancia. Hay quien opina que la foto de reportaje es más «auténtica» si tiramos a lo bruto y sin trucos, pero una iluminación un poco cuidada siempre es señal de distinción y buen gusto. Aquí un par de ejemplos usando el sistema en cuestión:
En este caso se usó el flash por la derecha para compensar el contraluz que daba el sol de última hora de la tarde. La foto pertenece al reportaje del reportaje publicado por Descobrir este mes pasado.
Aquí el flash está rellenando por la izquierda la luz del sol y matizando las sombras . La foto era para la memoria corporativa de una empresa y pertenece a ese complicadísimo género que es la Fotografía Espontánea Planificada.
Si tu bicicleta aún funciona, ya tardas en romperla. Total, para lo que la usas…