Por fín una buena noticia. El canal de pago Playboy TV se ha montado un Gran Hermano con 10 fotógrafos y 10 modelos 10 en una casa de Los Angeles. El ganador publicará las fotos en la revista. Hasta aquí las buenas noticias.
Esta señora es Brande Roderick, presentadora del concurso
La mala noticia es que la cosa ya ha empezado, y por tanto ya no tenemos opciones, que sólo se admiten fotógrafos americanos, por lo que tampoco tenemos opciones, y que si un virus matase a todos los fotógrafos de la Tierra dejando sólo a 11, seguro que yo sería el que quedaría fuera de la casa.
Una vez acabadas las vacaciones de invierno, me reintegro a la vida normal sorprendido por algunas críticas y comentarios a mi anterior post sobre la relación entre la edad y la creatividad. Ya dejé claro que el fin de año me ponía tenso, y que en todo caso, era la opinión del señor Kanawaza, no la mía. Para compensar, y demostrar que empezamos el año con optimismo, he recopilado varios ejemplos de personajes que han realizado hechos notables a una edad avanzada. Es evidente que se trata de una lista incompleta, pero es sólo para tener una pequeña muestra que nos infunda optimismo y esperanza.
Hugh Heffner se casó con la playmate Kimberly Conrad a los 63 años
José Luis Moreno empezó a producir Escenas de Matrimonio, obra cumbre del arte dramático, con 60 años cumplidos
Manuel Fraga dirigió con mano firme la crisis del Prestige con 80 añazos como si tal cosa.
Alberto Oliart fue nombrado hace poco director de RTVE con 81 años de nada (cobrará jubilación?)
Félix Millet seguía robando a diestro y siniestro con 75 años, y no sólo eso, sino que era además presidente o consejero o lo que sea de 40 o 50 sociedades diferentes
Y por último Chuck Norris, que grabó los 5.000 capítulos de la serie Walker en una tarde, poco después de cumplir los 65.
Podríamos continuar, pero creo que con esto bastará. Feliz año a todos !
Cuando alguien me pregunta a qué me dedico yo le contesto: » hago fotos «, Sin complejos, siempre con la verdad por delante. Entonces suelen pasar dos cosas. Una, que el individuo en cuestión vuelve a la carga e insiste: «pero, eres fotógrafo profesional? «. La tentación es contestar que no, que soy un asesino en serie y que lo de las fotos es por disimular, pero normalmente me contengo y confieso que sí, que soy profesional.
Entonces viene la segunda parte. La profesión de fotógrafo es muy variada, y el interrogador quiere saber más cosas, de modo que insiste: » y qué tipo de fotos haces? «. Aquí llegamos a la parte difícil. La gente tiene una idea totalmente peregrina del asunto, de modo que espera de tí anécdotas divertidas, aventuras exóticas, y un montón de cosas más que hagan más llevadera la cena de padres de la escuela. Si quieres cortar de raíz la conversación no tienes más que decir que eres fotógrafo industrial.
.
La palabra en sí recuerda la bollería industrial, la reconversión industrial, y un sinfín de cosas cutres e indignas sin el más mínimo interés. El interlocutor asentirá cortésmente y pasará a hablar de sus cosas sin mayores problemas. En el imaginario colectivo un fotógrafo como dios manda ha de ser, (no necesariamente por este orden):
.
Fotógrafo de Playboy. El summum total y absoluto. Imbatible. Lo más.
Fotógrafo de Moda y Publicidad. Parecido al anterior. Glamour, dinero, chicas a porrillo, etc.
Fotógrafo especialista en coches. O en yates, o en bebidas con gas, o en supositorios. Una variante del anterior. El título de especialista vende mucho.
Fotógrafo de National Geographic. Una vida de apasionantes aventuras en países exóticos.
Fotógrafo de guerra. Aventuras también, pero peor pagadas. Peligroso. No mola tanto.
Fotógrafo de reportajes. Viajes gratis, vacaciones todo el año y trabajo fácil. Mi sobrina hace también unas fotos estupendas cuando vamos de vacaciones.
Fotógrafo de prensa. Son unos señores que se amontonan de cien en cien delante de un político o un futbolista para hacer todos la misma foto. Desconcertante. Corre el rumor de que cobran poco.
Fotógrafo de bodas. Aquí ya nos atrevemos todos. sólo hay que montar una tienda y a correr.
Fotógrafo forense. Al menos la gente no sale movida. A veces lo he dicho, pero te miran raro.
Fotógrafo ambulante por plazas y pueblos. Una especie en extinción extinta hace tiempo. Algo así como los saltimbanquis los serenos.
Fotógrafo industrial. El pito del sereno en cuestión. Alguien que hace de todo no puede ser de fiar.
Esta es la visión del pueblo llano, insisto. La realidad, como les gusta decir a los pedantes, es poliédrica, y a la hora de la verdad cada cual se espabila como puede. Aunque sigue habiendo gente muy respetable que son especialistas en arquitectura, o en repostería, hoy día un fotógrafo del montón ha de hacer cualquier cosa que se le ponga por delante, aunque sean fotos para el Playboy.