Hoy se inaugura el sincrotrón de Cerdanyola del Vallès. Para celebrarlo ahí va una foto que le hice hace unas semanas, de camino hacia Barcelona. Hay que reconocer que desde el aire llama la atención.

El objetivo de la sesión, sin embargo, no era el chisme atómico en cuestión sino las muy analógicas instalaciones del puerto. Aprovechando que hacía un día estupendo me hice un autorretrato incompleto

sólo se ven los pies, pero a mí me gusta tal cual. Tiene hasta profundidad psicológica.