Ya sé que voy con un día de retraso, pero no quería dejar pasar la ocasión de adherirme al Proyecto Sandía.
Para ello, nada mejor que un par de fotos para poner a prueba la credulidad del personal. Dos perlas del escaparate de una casa de empeños en El Paso, Texas. El interior era todavía más surrealista y truculento, si cabe.
En estos tiempos de zozobra y calamidades, la pachorra y el optimismo del propietario del garito son dignos de admiración. Realmente cree que habrá algún perturbado capaz de pagar 9.500 dólares por una especie de morcilla de Burgos caducada?. En fin, yo me creí lo que me prometió el comercial de telefónica, o sea que no sé porqué hablo tanto.