A todos nos jode tener material obsoleto cogiendo polvo en un rincón. De manera que, aprovechando el puente, le vamos a meter la Canon 5D por detrás a la vieja cámara de 9×12. Los de Cambo ya pensaron en ello, y se inventaron la Cambo Ultima, pero como el invento sale por 3000 eurillos, vamos a hacer el rancio y nos lo montamos en casa.
Como ni siquiera queremos gastar en placas hundidas, una placa de aluminio de Servicio Estación con otra placa atornillada detrás y va que arde
Tosco pero eficaz, como siempre. Lo malo es que la prueba con el Schneider Copal de 150 mm. me da unos resultados poco satisfactorios y decido montarle un objetivo de ampliadora, un Schneider Componon-S 150 Pata negra. Como no estamos para volver a cortar aluminio usamos plástico, y sin tantas tonterías, porque a estas alturas la sospecha de que todo el asunto no tiene futuro empieza a tomar cuerpo.
Al montante trasero le he metido una anilla de teflón de la ferretería con una montura Canon sacada de un viejo objetivo que ya no funcionaba, todo atornillado y con gran profusión de Loctite y cemento Nural (mi preferido), por aquello de la seguridad. También se puede hacer la cosa más fácil comprando un adaptador en ebay por poco dinero, pero cuando se empieza en plan cutre la cosa no tiene freno. Una vez montado todo el asunto presenta este aspecto:
Aparte de pasar la mañana queremos que la cosa funcione, de manera que, una vez hechas las pruebas, resulta que el 50 mm de Canon usado con la cámara normal, como la gente normal es, de manera evidente, mucho mejor. Todo el invento no es más que una enorme pérdida de tiempo.
La conclusión: Tus viejos y magníficos objetivos de 912 se pueden seguir pudriendo en un cajón, junto con la cámara, los raíles, los chasis polaroid, las Hasselblad, el termocolorímetro y la madre qiue los parió a todos. Si quieres una digital de gran formato, gástate la pasta, y el próximo puente, vete a la playa.