Como los simples mortales
Este señor es un turista metiéndose una autofoto con el móvil delante del Gran Telescopio Canarias. Hasta aquí nada especial, todos queremos tener una foto de nuestro careto delante del aparato este y lo normal es recurrir al ya clásico truco que vemos en la imagen. Este gesto es una novedad en nuestro paisaje turísrtico-visual que se ha impuesto con una velocidad aasombrosa. Lo que no garantiza esta técnica son fotos estupendas ni nada de eso, pero se sobreentiende que eso nos da lo mismo. Cuando vemos a alguien con los brazos extendidos y un teléfono en la punta asumimos que es un simple turista insensible a los rigores de la regla de los tercios y con un criterio estético dos puntos por debajo de dudoso y sólo una décima por encima de inexistente. Lo sorprendente viene cuando el turista en cuestión es Todd James, Senior Photo Editor de National Geographic, personaje nada sospechoso en lo que a criterio fotográfico y exigencias estéticas se refiere.
Los fotógrafos tenemos un problema sin resolver a la hora de hacer turismo. Hacemos fotos así a bulto o en plan serio? Nos esforzamos por captar el instante decisivo o nos limitamos a decirle a la parienta que se ponga más a la derecha?. Nos mantenemos distantes observando el mundanal bullicio con displicencia, o nos mezclamos con la chusma en una bacanal de frenesí fotográfico fast-food? El problema viene de la dificultad de separar el ocio del trabajo, y de cierto pudor elitista, pero en realidad no debería ser tan difícil. Me pongo delante y me hago una foto. Como cualquier hijo de vecino. Por más National Geographic que uno sea.