Motorista sin moto
En los tiermpos remotos, el fotógrafo tenía que salir periódicamente de su cuhitril, interactuar con otros humanos, desplazarse, coger aviones, alojarse en hoteles, comer en restaurantes, conocer mundo, en resumen. Ahora la cosa es mucho más sencilla, donde va a parar. Photoshop y andando. Se acabaron los gastos suntuarios, las dietas desorbitadas, los taxis y las propinas. Eso sí, siempre hay alguno que se lo monta para convencer a su cliente de que no hay más remedio que hacer la sesión en el Caribe, por lo de la luz, y el ambiente y eso. Mi más profundo respeto y admiración. El resto de los mortales, pues como que somos más humildes y con poco nos conformamos. Un simple fondo y ya te apañas. Vean si no la deconstrucción del invento, y así nos entendemos todos.
Imáginate que a alguien se le hubiera o hubiese ocurrido que quería una foto del señor este en Australia. Pues que ya estamos con el coñazo del avión y los viajes, y que el sol de por allí reseca la piel una barbaridad. Mucho más rápido, sencillo y económico lo del fondo verde.
Por verle el lado bueno a las cosas, que tanto quejarse ya empieza a cansar un poquito.