Rodaje aéreo
Hacer una sesión de foto aérea en Los Angeles viene a ser lo mismo que en todas partes, o sea: el tiempo jodiendo y el equipo esperando a que la cosa escampe. Salvo ese pequeño detalle, lo demás es bastante diferente. De entrada llevamos una cámara super de wonderful con un montón de cacharros que un servidor no está autorizado a tocar. Para eso viene un experto, como tiene que ser. En mi pueblo también se usan, claro, pero para mí era la primera vez. Siempre se coge un poco de mundología con estas cosas. La otra gran diferencia, es que aquí se puede volar entre los edificios, en plan película de Godzilla, y por todas partes sin problemas. Acostumbrado a las restricciones habituales en Barcelona esto parece un patio de recreo con juguetes muy grandes y muy caros. O sea, genial.
Cosas así nos compensan de tanta zozobra y tanto desasosiego, que buena falta nos hace.