Comida para gatos.

Ya te dije que pusieras gasolina
Ando trabajando en las imágenes de una marca de comida para perros, gatos y demás fauna. Creo que fue Hitchckock quien dijo que no había que trabajar con niños ni animales, y hay que reconocer que el hombre tenía razón, aunque yo incluiría en el grupo a los modelos. Volviendo al tema, si te traen un perro para hacerle fotos, asegúrate de pedir un certificado psicológico del bicho. A mí me tocó bregar con un sabueso psicótico con instintos sociópatas, de modo que la sesión fue bastante entretenida, aunque al final conseguimos salir airosos de la prueba.

Un hipster con su perro.
El caso es que el cliente me dio unas muestras para que viera cómo había quedado la cosa, y una vez en casa, decidí darle un poco de vidilla al gato, ya que era gratis. El bicho, acostumbrado a la bazofia de marca blanca, se lanzó como un poseso y devoró el contenido de la lata en menos de lo que tarda una cámara en quedar obsoleta. Atún con sardinas, ponía, y la verdad es que olía de muerte. El surtido es de lo más tentador: Pollo con arroz, cordero con verduras, incluso salmón! Tantos años trabajando para descubrir ahora que los chuchos comen mejor que yo? Creo que voy a plantearle a mi cliente una nueva vía de negocio: Comida para fotógrafos. Cuanto más lo pienso más posibilidades le veo. Lo de los gatos está muy visto, y este es un mercado todavía sin explotar. Con un buen packaging, y unas cuantas fotos sugerentes, podría ser un éxito. Sólo falta un buen eslógan : Recomendado por National Geographic, o algo así. Ya pensaré algo.