He andado estos días fuera por eso de las vacaciones, y he encontrado esta perla colgada en las calles de Berlin
Ignoro quién es la señora Högl, y en mi caso se unen la ignorancia con la indiferencia, porque ni lo sé ni me importa. Lo único que tengo claro es que la señora Hög debería escoger mejor a sus asesores en temas de imagen. En este caso, le han hecho un plasitificado de cutis inmisericorde. La sonrisa forzada y la poca naturalidad de la señora ante la cámara hace el resto.
Insisto, a lo mejor la señora Högl es una bellísima persona, pero la impresión que da la foto es la de una zorra falsa y manipuladora. Pasaría algo por sacarla con sus arruguitas (que las debe tener) y una expresión que fuera vagamente humana? Seguimos presos de la tiranía de lo joven y lo positivo y todo el rollo ese.