Fotografía costumbrista 2.0
A finales de los 50 Joan Colom retrató como nadie la realidad del Barrio Chino de Barcelona. Fue su tema predilecto, siendo uno de los pioneros de la Nueva Vanguardia
Antes que él, Atget y Brassai habían hecho lo propio, pero en Paris, que tenía como más glamour
Brassai
Muchos fotógrafos han centrado su trabajo en los ambientes prostibularios. Entre la gente «normal», este interés por el lenocinio sería considerado síntoma de degeneración y vicio infame, pero se acepta como natural entre los artistas de la cámara. Se entiende que alguien tiene que hacer de Pepito Grillo y mostrarnos a todos las vergüenzas que nadie quiere ver. No obstante, el realismo costumbrista ha estado bastante relegado estos últimos tiempos, arrastrado por la debacle de la foto documental en general. Ha tenido que producirse un verdadero terremoto posmoderno para volver a poner al día el género y encontrar de nuevo fotos de prostitutas en los medios. Hablamos del Google Street View.
Los nuevos tiempos suponen un cambio de escenario, con la entrada en escena de la carretera secundaria, el polígono industrial y la rotonda.
La técnica es mejorable, pero hay que tener en cuenta que las fotos las ha tomado un robot. Son sólo una pequeñísima muestra del ingente trabajo que ha estado haciendo el cochecito de Google de manera sistemática y silenciosa. Por mi parte, estoy convencido de que son sólo el principio de un nuevo auge del realismo llamado a marcar un punto de inflexión en la historia de la fotografía documental. A partir de ahora Google se encarga de este tema, dejando a los fotógrafos liberados de una carga que les impedía desarrollar su creatividad en otros ámbitos. Los pesimistas, que nunca faltan, dirán que ahora ya nos quitan el trabajo hasta los robots. De momento el cochecito ya tiene una corte de seguidores que se dedican a buscar afanosamente sus fotos por internet.
Que es algo que no todos los fotógrafos «humanos» pueden decir