Rodando en la playa
Estamos liados con un videoclip para la República Rumbera, y hasta aquí todo muy divertido, buena gente, paz amor y eso. Cuando me dijeron que sería en la playa ya me fastidió un poco más. La playa y yo no hacemos buenas migas. Arena calor y gente. Súmale dificultades para aparcar y sablazos en los chiringuitos. No me gustó la idea, pero la rumba en cuestión habla de la playa, el verano, esas cosas. Parece lógico que la localización ha de ser esa, y uno es ante todo profesional. O sea que adelante. The show must go on.
Yo ya tenía interiorizado que habría que pasar un mal trago. Lo que era imposible de prever es que sería el peor día de la peor ola de calor en muchos años. Al parecer unos 40 grados a la sombra… si la hubiera, que no.
A lo mejor sí que tenía que haber hecho aquellas oposiciones. Los registradores de la propiedad se pasan el verano en su despacho forrado de paneles de nogal con el aire acondicionado a tope, haciendo tiempo hasta la hora de irse al casino a jugar la partida de cartas con el párroco y el boticario. Todos gente de confianza. Eso sí que es una profesión sólida, y no este sinvivir de saltimbanquis.
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