Tengo la costumbre de preparar el equipo la noche antes de una sesión y dejarlo en la entrada. Esto causa, cuando tengo un trabajo un poco complicado, el atasco que se puede observar en la foto.  Causa también alguna reflexión por mi parte: de verdad hace falta llevar tantos trastos?.

Admiro a la gente que va por la vida con una simple Leica y les juro que de mayor me gustaría ser como ellos, pero mientras no llega ese momento vamos a seguir cargando el coche hasta los topes. Hay malas lenguas que especulan con la posibilidad de que la montonera de cacharros no sea sino una manera de suplir la falta de talento. No digo ni que sí ni que no, hay teorías para todo, pero en cualquier caso, a mí me ha funcionado hasta ahora.

Por otro lado, tal vez el talento esté sobrevalorado. No todos vamos a ser Einstein, y la fuerza bruta también tiene su mérito.

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