La cámara placebo
Es difícil saber porqué hace (tantas) fotos la gente, pero lo que está claro es que a estas alturas, se trata de una pregunta sin sentido. Hacemos fotos y punto. En cualquier circunstancia; en las manis del 15M, en un botellón, en la autopsia del abuelo.
Hacer fotos nos pone, es algo que dota de sentido a cualquier actividad humana por estúpida que sea. Lo malo viene luego, con el coñazo de descargar la tarjeta, guardar, clasificar, etiquetar. Innobles tareas que enturbian el sentimiento de dicha inefable que gozamos cuando pulsamos el disparador. Un momento mágico que no debería verse empañado por tan ingratas y prosaicas obligaciones.
Por ello, y para que nada enturbie la pura creatividad del instante decisivo, hemos diseñado la Cámara Placebo. Esta cámara está fabricada a partir de una cámara estropeada normal y corriente, ya que tiene la particularidad de que NO hace fotos. Con que haga ruidito basta. El Efecto Placebo se consigue persuadiendo al usuario de que las fotos se acumulan en forma de Ondas de Energía Telúrica que sintonizan con los biorritmos del Cosmos a nivel del Plano Astral. Por ello, es innecesario revelar o guardar las imágenes, porque se conservan en un plano espiritual, o dimensión paralela, gracias a las ondulaciones cuánticas del calendario Maya. O algo por el estilo.
Funciona por el mismo principio que la Homeopatía o el Reiki. La gente aprieta el disparador, la cámara hace un ruidito, y todos nos quedamos tan anchos. Al no guardar ningún dato, la cámara nos ahorra las fatigas posteriores, o sea que no tiene efectos secundarios. La experiencia nos demuestra que idioteces mayores han funcionado sin problemas, o sea que no veo yo porqué no. A partir de ahora podemos ir por el mundo disparando a mansalva sin preocuparnos por nimiedades. Todo son ventajas. Podemos encuadrar como nos salga del pijo, sin molestarnos en aplicar tediosas y absurdas normas, podemos ir a la playa sin sufrir por el polvo en el sensor, podemos disparar de noche sin que el ruido nos quite el sueño. Nos olvidamos del Photoshop y del agobio de los perfiles de color. Dejando de lado que, como ya dijimos, el mundo no necesita más fotos, y aún menos la basura industrial que se produce mayormente. Se trata de simple ecología de la imagen.
Como Bonus track, es barato. Se puede usar cualquier cámara inservible. Tan sólo hace falta aplicarle unos pases de manos para sintonizarla con la energía del plano cósmico (30 eurillos de nada) y a correr.
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Gracias por hacerme reir….lo necesitaba….y encima gratis… ; )
Maite
Lo de gratis podemos hablarlo…
El estado intermedio es el «instagram» y «hipstagram» donde publicamos directamente desde la cámera en la web. Ahora solo te hace falta un sitio en la «cloud» para almacenar las vibraciones y cobrar por ello. Yo me apunto a una «flat rate» para descargar buenas vibraciones a raudales. :-)
Es un proyecto cojonudo, y, seguro, que la gente pagaría por ello…
Eso espero compañero. Hay que ir pensando en la jubilación
Eso de diseñar una cámara así creo que no es nuevo. Yo mismo tuve una de esas, es más, debió ser la primera cámara que tuve. Apretabas un botón y del falso objetivo que se abría salía un pequeño fuelle con una especie de cara en su extremo, al mismo tiempo que hacía una especie de chirrido. Ahora mismo he visto que venden una así, bueno, esta más moderna, que lleva a «Naranjito»
Por unos 40 módicos euros de nada, gastos de envío incluidos. Creo que por menos dinero tienes una SLR analógica funcionando en eBay, aunque ¿quién quiere eso hoy?