Cuidado con lo que enseñas (y a quién)
A veces los amigos te piden que les enseñes fotos del último viaje, imaginando vaya usted a saber qué. No lo hagáis. Notas enseguida que la cosa no cuaja por las observaciones absurdas:
-Ese de ahí es fulano, el que trabajaba en la ferretería?
-No sé quié es, no lo conozco
– Y porqué le haces una foto?
En función de lo pardillo que seas te puedes lanzar a una explicación de las bondades de la fotografía de calle, del momento decisivo, o del sursum corda, da igual, porque a nadie le importa un pimiento. El resultado siempre es un silencio incómodo al final, seguido de una sensación deprimente que puede durar horas o días. Los excesos por el otro lado tampoco ayudan. Si enseñas paisajes espectaculares el éxito está garantizado, a cambio de soportar observaciones sobre los méritos de la cámara tan buena que tienes, y prolijas explicaciones de las fabulosas fotos que hizo la hija de la peluquera cuando fue de viaje de novios a Tailandia.
Si decides mostrar tus fotos en foros de internet, tienes varias posibilidades:
- Una, comentarios de admiración entusiasta por parte de aficionados con más ganas que criterio
- Dos, comentarios displicentes de foreros mediocres con menos conocimientos que tiempo disponible.
- Tres. «Me gusta» sistemático de tus amigos en Facebook. Cómodo el botón porque no hace falta decir nada más
La conclusión es que en ningún caso te sirve para maldita la cosa enseñar las fotos, como no sea para alimentar el ego, pero como eso está mal visto y todos negaremos que tal extremo nos complazca, queda descartado. El problema radica en encontrar a alguien con suficiente criterio como para que su opinión nos sirva de algo. Eso sí, si te dicen que tu trabajo no vale una mierda, no te lo vayas a tomar a pecho. Con que abandones la fotografía basta, no hace falta tirarse al tren.
Así pues, a quién debemos enseñar las fotos? Eso dependerá de lo que quieras conseguir. Si te basta con que te rasquen el lomo, prueba con tu madre y sus amigas. Con que haya colorines las tendrás cacareando toda la tarde, y si les pones unas copitas de anís ya es el apoteosis. Por lo que respecta al resto del mundo, la cosa es más complicada y la competencia mucha, o sea que da una pereza de aquellas de las grandes. Plantéate si a la humanidad le supondría una tragedia irreparable perderse tus fotografías. Si tienes dudas o la respuesta es no, puedes escribir un blog. No sirve de gran cosa, pero distrae un montón
Sublime Siqui!!! Como de costumbre! Y cuanta razón que tienes!!! Yo ya he desistido enseñar los reportajes a algunos familiares. No sabría decirte que me da más rabia; que vayan viendo las fotos y no hagan ningún comentario, ni bueno ni malo, en ese incómodo silencio que comentas, o que al final me digan que las fotos son….’bonitas’.
Hay algo peor. El cuñado enterao que te critica una foto porque va de listo y no sabe hacer la O con un canuto. Y hay que joderse; matarlos sigue estando mal considerado a nivel social.
Jajaja! qué bueno!, me he reído un montón, tienes toda la razón del mundo y alguna más :)
Es incomprensible eh? jajajaja
Yo de momento las enseño, pero poco a poco veo que la gente pierde el interés. Lo ultimo fue unas fotos de Roma, catedrales, esculturas, pinturas y demás formas de arte, me esmere cuidadosamente en explicar como hice las fotos, que si el objetivo fijo y luminoso, que si la temperatura de color, que si las lineas de fuga, eta, etc…y que al revelar las fotos y hacer zoom fue cuando me di cuenta de los detalles de las iglesias y demás…nada como si sintiesen llover, en fin lección aprendida.
Yo si que disfrute y listo.
Amigo David, con todo el respeto, eres un especimen de manual. La próxima vez háblales de la regla de los tercios y del número guía, y ya los matas a todos.
Un abrazo, que veo que lo necesitas :-)
Es que una parte de mi intenta hacer ver a los demás que esto no es tan solo ir al sitio y disparar, que no es tan fácil, quizás me haya pasado un poco…
Gracias por el abrazo.
Particularmente aprecio mucho al fotógrafo discreto, esos que no están deseando enseñar sus fotos a cualquiera, ni siquiera a los amiguetes.
Yo a tu caso añadiría otra situación, esa en la que tú no dices nada y tan tranquilo oye, pero llega tu mujer y espeta: -pues mi fulano es fotógrafo… pero eso sí, hace unas fotos ‘diferentes’…
El matrimonio es una lucha de poder que, como decía Woody Allen, a veces acaba bien y a veces dura toda la vida. Eso dicen, y a tí te toca sacar el proyector y aguantar con lo que venga. Forma parte del contrato. Ánimo.
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jejeje, a mi me gusta especialmente cuando mi mujer dice: – sí, esas fotos raras que tú haces, de cosas raras y gente rara, jajaja
Te olvidas de un cuarto punto. Los elogios cuasi mono silábicos del tipo «wow», «great»… de desconocidos en flickr y 500px más con la intención que otra cosa de que les devuelvas la visita y les des un voto positivo, un favorito o lo que toque según la plataforma. Una cosilla desinteresada como otra cualquiera…
Efectivamente. Viene a ser el el equivalente del «me gusta» de Facebook.
¿Para cuando en el club de la comedia?
Sigues siendo el más grande, y tus fotos las mejores…excepto aquella que… ;-)
Un abrazo