Comparativa Pentax K-1 vs Canon 5D Mark II
No soy muy de hacer análisis ni de contar píxeles ni eso, pero no he podido resistir la tentación de probar qué tal da la Pentax K-1 comparada con la sufrida Canon Mark II de toda la vida. Comparativas mucho más solventes hay por ahí, pero yo prefiero probar con situaciones un poco más reales, lo que te encuentras en el duro quehacer del día a día. Para empezar, una situación difícil: contraluz oscuro, que lo subexponemos un par de pasos para tener detalle en el exterior. Luego tiramos las sombras para arriba a lo bruto, y a ver qué tal lo ha hecho el sensor, tan listo él.
Una vez revelado con Lightroom intentando compensar al máximo el contraste, la cosa queda de la siguiente manera. A la izquierda, Canon, a la derecha, Pentax. Si pinchais en la foto la podeis ver en grande, los que seais puntillosos.
Aparentemente, no hay mucho cambio, pero la cantidad de detalle del exterior recuperado, el detalle en la verja, el reflejo en la mesa…
Vamos a verlo de cerca.
Aquí hemos intentado eliminar la aberración con Lightroom, pero hay cosas que ni con agua milagrosa. Vemos ahora un detalle del ruido en las sombras. Redordemos que las hemos levantado dos pasos de diafragma:
En las zonas más iluminadas la cosa no funciona demasiado mejor.
Ya he dicho que no soy de contar píxeles, pero el ruido y la diferencia de definición son más que notables. Eso sí, hay un poco de trampa. La Canon tiene ya ocho años, y la Pentax es de antes de ayer. Lo que pasa es que es lo que tengo, y habrá que conformarse. La resolución no es la misma, obvio. La lente también influye. En el caso de Pentax he usado el 35 mm. Sigma 1.4, una maravilla, y en el de Canon la lente es un 24-105 que hasta ahora pasaba por ser una óptica respetable. qué tiempos extraños vivimos, en que nada es para siempre
Aparte de la calidad de imagen, hay un montíón de cosas novedosas que quiero probar, y sobre todo ver qué tal se comporta en el día a día, de modo que voy a seguir haciendo pruebas, pero la primera ya ha sido más que suficiente para que me empiece a plantear que ya va siendo hora de la jubilación, y no hablo de la mía. Más quisiera.