Cámaras raras
Hace poco, alguien que conoce mis aficiones, me pasó el chivatazo de unos tíos que hacían cámaras con animales muertos. La cosa no pasaría de ser una anécdota, si no fuera porque los animales eran bestias exóticas, de esas que cuesta de encontrar hasta en los zoológicos. Vaya como ejemplo la cámara-armadillo
Me sentí herido en mi orgullo, de modo que decidido a superarlos como sea, me pongo a pensar de manera furiosa. Dos cosas me quedan claras:
La primera, que hacer una cámara con un bicho muerto es muy obvio, el reto consistiría en hacerla con un bicho vivo. De golpe la cámara se convierte en una instalación conceptual, en una performance. Las posibles implicaciones teóricas del proyecto son inmensas. Vamos por buen camino. Soy un genio. Queda por solucionar el tema de las quejas de los amigos de los bichos.
La segunda, que si queremos triunfar en internet necesitamos un gato. Por suerte, si algo abunda son los gatos. Otra cosa es que su egoísmo de gato, su cortedad de miras en lo que concierne al Arte, les impide una actitud de colaboración mínimamente constructiva, de modo que la tarea de convertir la inmunda bestia en una cámara medianamente decente se ha revelado difícil, si no imposible. Lo primero que he tenido que descartar es la idea de la cámara viviente, por motivos que no vienen al caso. En otros aspectos también he tenido que aflojar, el bicho este no da para una 9×12.
Le he echado el ojo a una tortuga que tiene el vecino, me parece que la cosa va más por ahí. Mientras tanto, me estoy haciendo un tambor. Pequeñito.
Les mantendré informados. Todo sea por el Arte.
Como minimo meparece de mal gusto.
He conseguido un cacharro mecánico que igual te interesa para tu museo de trastos. Se trata de una «cámara» que supongo que era la que equipaba los fotomatones en la época analógica. Una guía para la película, unas pijeras integradas y la mayor concentración de palancas, levas y muelles por cm2 que he visto en mucho tiempo, y eso que curro de ingeniero mecánico. Si lo quieres es tuyo, a mi ya no me caben más cachivaches en casa.