Abandonan una cámara analógica en una gasolinera
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La cámara la descubrió un matrimonio de mediana edad cuando paró a repostar. En declaraciones a la policía el marido afirmó que antes estas cosas no pasaban, a lo que su mujer añadió «no sé dónde vamos a ir a parar». Tras estas declaraciones y sin previo aviso, el señor nos atizó la anécdota de la cámara que le regalaron de pequeño, que era una Werlisa y que nunca ha vuelto a tener una cámara como aquella, y que le tenía mucho cariño, no como las digitales de ahora.
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Yo siempre la llevo conmigo. Sin correa ni bozal. A está edad ya no muerde.
Un abrazo
Yo tengo un auténtico refugio de cámaras abandonadas (en gasolineras, hospitales etc…) y aunque de vez en cuando las saco a pasear, cada vez que paso por delante de ellas, me miran con su carita triste…
Algún día las contaré… 150? puede que mas
Albert, si ves que están tristes y se amontonan por falta de espacio, yo puedo adoptarlas, tengo sitio de sobra, tan solo mantengo 5 de estas criaturas abandonadas ;-)