Uso póstumo de lentes de contacto
Se habla sin demasiado criterio ni fundamento de experimentar, de buscar cosas nuevas, de hacer cosas que otros no han hecho antes, como si fuera la repera. Vamos a dejar claro un concepto: Si la gente no ha hecho una determinada cosa antes por algo será. O porque es muy complicado, o porque hay maneras más efectivas, o porque es una gilipollez. El caso es que se habla de experimentar como si fuera una cosa genial y fantástica, cuando la verdad es que la experimentación es un recurso un poco desesperado. Sólo nos ponemos a ello si los caminos fáciles/obvios están ya agotados. Lo contrario sería del género tonto. Cuando alguien escala una montaña por el lado más chungo y superpeligroso es porque algún cabrón se le ha adelentado y lo ha hecho por la vía llamémosle fácil. Todos los aficionados a la fotografía descubren enseguida (descubrían) que poniendo objetos encima del papel y dándole a la luz salen cosas interesantes. Es tan sencillo, que ya lo hizo Man Ray hace 90 años. No se complicó la vida porque no era necesario, a eso iba. A partir de ahí, experimentar se vuelve una cosa mucho más complcada. El caso es que sólo se nos dice lo cojonudo que es tomar caminos inexplorados cuando alguien triunfa y consigue algo positivo por ese medio. Correr riesgos implica la posibilidad del fracaso, pero eso no se contempla, de ese tema no se habla.
Pues bien, de vez en cuando un experimento sale mal y creo que vale la pena explicarlo. Decidido a hacer algo novedoso, se me ocurre coger una lentilla de esas de usar y tirar (Ya saben que tengo aversión a tirar cosas) y plantarla en la Canon 5D. A ver qué sale. El resultado? Un churro. Juzguen ustedes.
Una cosa está clara, para la foto nocturna no vale. Tuve que pegar con Loctite la jodida lente, blanda y resbaladiza, y claro, alguna gota se escapa, uno es así de manazas. Desanimado por el resultado, descarto la lente, pongo otra ( si una cosa tiene esto es que hay lentes de sobra) y pruebo con el retrato
Que tampoco es que quede muy pallá que digamos. Eso sí, el resultado es diferente. Me pongo a pensar y claro, las lentes están graduadas, son diferentes para cada ojo y para cada persona. O sea, que es imposible sacar conclusiones un poco rigurosas que sean aplicables. Imposible no, pero sí laborioso, y una vez pasada la emoción inicial uno se cansa y se pone con otra cosa. Yo lo de ser riguroso, como que se me hace un poco cuesta arriba. Resumen y moraleja: Gasto: ninguno (el Loctite siempre se acaba secando en bote), pérdida de tiempo: tolerable, resultado: pues eso, que somos un poco más sabios.
Quien no se conforma es porque no quiere