Después de la lluvia

Ayer hizo un día espléndido para la foto aérea. Por fín ha llovido y la capa de mugre que respiramos a diario se fue con viento fresco, nunca mejor dicho. Es lo que tiene el otoño, la mejor estación del año con diferencia. Como soy una persona de costumbres, volví a pasar por el mismo punto en que ya estuve la semana pasada. Ahí van dos fotos más o menos iguales, salvo por la boina de roña que cubre Barcelona


Ni filtros ni ópticas ni leches. Luego dirán que fumar es malo. Para no perder la costumbre, volví a llevarme el Peleng y me hice un autoretrato de altura. .

No tengo las manos tan gordas, es el angular. Lo del sol en la cara es una cosa que no soporto, de ahí el gesto raro. Parecerá un chiste, pero creo que tengo fotofobia