Esto es un puente y no el de la Constitución
El tren que une Lashio con Mandalay tiene muchos atractivos, pero el plato fuerte es el viaducto que construyeron los británicos en 1899 y que sigue funcionando a día de hoy. La estructura tiene más de 100 metros de altura, y es de agradecer que te permitan abrir la puerta y colgarte fuera para hacer fotos. De hecho puedes hacer lo que te dé la gana. Los birmanos son activos partidarios de la selección natural, o sea, que si te caes por hacerte una selfi es problema tuyo. El mundo seguirá girando. Acostumbrados a todo tipo de agobientes restricciones “por nuestra propia seguridad” se agradece tanta manga ancha.
Lo de la alta velocidad es un concepto que no ha llegado todavía a estas tierras. El tren es uno de esos casos extraños en que una serie de movimientos espasmódicos hacia todos lados acaba traduciéndose en un avance hacia adelante. Asombroso pero cierto. Para que se me entienda, el tren invierte unas 7 horas de traqueteos, y bandazos en cubrir los 280 kilómetros del recorrido, lo que da la apabullante media de 40 km/hora. La sensación final es que te han recolocado todos los huesos, no necesariamente en el mismo lugar ni en el mismo orden. Para que no falte de nada, el tren dispone de servicios de catéring en todas las estaciones y paradas. Delicias birmanas en forma de brochetas de cosas en principio comestibles. Hasta aquí puedo leer.
Donde estan el código de barras y la fecha de caducidad? Por suerte, seguro que la botella de agua es de la Coca-Cola. O no?
Muy bonitas fotos, Siqui, y son mas bonitas por el comentario que haces.
Lo de la fecha de caducidad es una cosa de occidentales. Aqui el concepto del tiempo es como más elástico.